Aun sin audios judiciales la noticia habría sido convenientemente ignorada por quienes miran el modelo chileno solo si les conviene, ¿de qué se trata? De una obligación financiera en la economía de mercado más abierta de América Latina. 

Piñera en modo reactivador

Vamos por partes, meses atrás el presidente Sebastián Piñera presentó al congreso de su país –como parte de un conjunto de medidas pro crecimiento– un proyecto de ley para “El Pago Oportuno a las pequeñas y medianas empresas proveedoras” que teniendo como pilar el plazo de pago garantizado a 60 días mejore las relaciones entre las partes contratantes y una reducción de asimetrías y costos financieros a las PyME.

El escenario apuesta del proyecto fue que al reducir la incertidumbre en los cronogramas de pago se inyecta solvencia a los flujos de caja y demás instrumentos financieros, se mejora la velocidad de las transacciones y por extensión se contribuye al crecimiento del país. ¿Será Piñera un caviar?

No hay ley aplicable sin incentivos

Para que la ley no quede solo en el papel, Piñera propuso algunas ingeniosas medidas de restricción/incentivo:

1. Obligatoriedad del comprobante electrónico

2. No sujetas a notas de crédito después de 8 días de aceptada

3. A partir del día 61 devenga intereses a favor del vendedor

4. El crédito fiscal (IGV) aplica solo si las facturas son pagadas.

5. Se genera información pública sobre el comportamiento de pago de las empresas.(un Infocorp inverso).

6. Se agilizarían algunos cambios al proceso de acreditación como PyME

No es novedad

Fijar plazos de pago es en muchos casos una buena práctica empresarial con reglas no escritas, fijarlos es novedoso en América del Sur pero no en el mundo donde las corporaciones lo hacen en función de sus relaciones con la sociedad. Aquí un ejemplo:

En el año 2015, Diageo, el titán de las bebidas alcohólicas, anunció unilateralmente el cambio en su política de pago en el Reino Unido incrementándolo de 60 a 90 días a través de una circular; el Forum of Private Business (FPB) destapó la comunicación y anunció que se quejaría ante el gobierno por un comportamiento que “amenaza con romper la columna vertebral de la economía británica: las pequeñas empresas”.

El FPB no se quedó allí “La práctica de las grandes empresas que utilizan un esquema de financiarse de la cadena de suministro extendiendo los plazos de pago para proteger su flujo de caja es una tendencia preocupante que se está extendiendo a través de sectores e industrias. En un momento en que las perspectivas económicas siguen siendo inciertas, es fundamentalmente injusto que las pequeñas empresas se utilicen como línea de crédito que apuntalen organizaciones más grandes”.

Diageo, firma propietaria de marcas populares como Johnnie Walker y Tanqueray, fue duramente criticada pues años antes había suscrito voluntariamente el Prompt Payment Code (Codigo del Pronto Pago), la marea subió y ante el riesgo de daños reputacionales extendidos a sus marcas, tras un pronunciamiento del gobierno, desistió de su iniciativa. ¿ Será Theresa May caviarona?

No se reactiva con medias tintas

Volvamos al continente, Piñera es empresario y al tomar el poder sabía que si no reactiva la economía esta puede entrar en recesión en sus manos; si bien la iniciativa es riesgosa y tecnológicamente exigente, el logro del objetivo de bajar los costos financieros de las PyME y con ello bajar su tasa de mortalidad ofrecen réditos políticos altos.

Por ello tras reunirse con las organizaciones de PyMEs dio un paso más allá convirtiendo el Proyecto de Pago Oportuno en Proyecto de Pago a 30 días con un cronograma de reducción gradual de 60 a 45 hasta llegar a 30 dias en tres años y un agregado: el gobierno (el gran pagador) también se sujeta a ley.

El 2 de agosto del 2018, el Pago a 30 días a empresas PyME proveedoras fue aprobado por unanimidad en la cámara de diputados con votos de todas las fuerzas políticas, su aprobación por el senado es un hecho.

¿Cómo vamos en Perú?

Bien en algunos sectores, muy mal en otros.

Los sectores finanzas, energía y minas con mayor nivel de corporativización son en su gran mayoría clientes bastante puntuales con plazos de pago entre 15 y 45 días, en los sectores de servicios, industria y retail la cosa es mas difícil y el abanico va desde los plazos pactados a corto y plazo de pago incierto hasta plazos pactados a mediano plazo (90 o más días) con plazo cierto, en ambos casos los proveedores terminan financiando al comprador y los impuestos (45 días para el IGV) deben ser procurados a altos costos en el sistema formal e incluso informal. Si esto no es ineficiencia e improductividad que alguien me explique qué es.

Hablemos de una industria emblemática; HORECA (Hoteles, Restaurantes y Cafeterías). Aquí la diferencia también está en el nivel de corporativización, independientemente de su tamaño hay firmas con puntualidad ejemplar pero también firmas con preocupantes tiempos de respuesta. En este sector el pago a corto es vital para consolidar las redes que vienen desde parcelas y caletas, se está avanzando.

Hablemos del Estado, el gran pagador no es un buen pagador, con procesos tan burocráticos los plazos se extienden formando zonas grises capitalizables por la corrupción, un pago oportuno genera incentivos positivos y reduce espacio de maniobra para conductas delictivas, si vamos a comenzar este flanco debe incluirse.

Tendrán algo de visión, compromiso y grandeza política en nuestro congreso? Tal vez no sea –lamentablemente– el mejor momento ni siquiera para proponerlo.

PD: Llama la atención que en estos tiempo de responsabilidad social y gobierno corporativo exista esta contradicción de forzar recursos a las PyMEs. La receta es pública, si quiere forzar recursos siga cuidadosamente esta secuencia

https://blog.marketinvoice.com/2016/04/28/dealing-with-the-scourge-of-long-payment-terms/